El pasado 5 de octubre se cumplieron 50 años del estreno de El satánico Dr. No, primera película de la saga de James Bond, considerada la segunda saga más exitosa de todos los tiempos (detrás de Harry Potter) y que al mismo tiempo le ha tocado sobrellevar graves crisis. Perder todos sus derechos fue una de las mayores dificultades que debió sobrellevar la serie del popular agente secreto afiliado al Servicio Secreto de Inteligencia Británico.
Durante todos estos años la familia del fallecido productor Albert R. Broccoli mantuvo la mitad de la participación en las películas del Agente 007 y la otra mitad es propiedad de Metro Goldwyn Mayer Inc., logrando ser una de las series más largas en la historia del cine. Hasta la fecha James Bond se ha paseado por todos los continentes y escenarios imaginados, como Jamaica, Bahamas, Francia, Suiza, Inglaterra, Estados Unidos (Nueva Orleans, California), Japón, Rusia, Egipto, España, Italia, India, etcétera; y también se ha dado el lujo de crear ciudades ficticias.
Pese a haberse declarado MGM en bancarrota en 2010, a fin de mes se estrena la película número 23 de Bond (denominada Skyfall) y se han organizado alrededor del mundo varios festejos por motivo del cincuentenario. Por ejemplo en Londres, capital del país del que proviene Bond, se realizó un evento con subasta de por medio con más de 50 lotes de artículos relativos a Bond, donde los ingresos se destinaron a 12 instituciones benéficas. Por otra parte se lanzó un documental denominado Everything or Nothing: The Untold Story of 007, que narra los entretelones que hubo para llevar a Bond al cine. Otros agasajos incluyen una retrospectiva cinematográfica de la saga Bond en el Museo de Arte Moderno de Nueva York; música de las películas presentada por la Academia de Cine y Ciencias Cinematográficas en Los Ángeles; una exposición denominada Diseñando a 007: 50 años de Estilo Bond en el TIFF (Toronto); y el lanzamiento de un nuevo perfume para hombres llamado James Bond 007.
Pero sin dudas uno de los máximos galardones es la interpretación por parte de la cantante británica Adele de la canción principal de la nueva película Skyfall, compuesta por ella misma y Paul Epworth.
Son recurrentes las influencias de este personaje en famosos directores. A pocas semanas del estreno de Inception su director Christopher Nolan reveló a la BBC sobre el dominio que tuvieron las películas de James Bond en su nueva película: “Al tratar con la mente humana y los sueños, mi mente naturalmente gravita hacia las películas de Bond como ese tipo de expresión del potencial cinematográfico. Para el final de la película pueden sentir que pueden ir a cualquier parte de Inicio y hacer cualquier cosa.” Su fanatismo, al igual que por Bruce Wayne, se debe a que el Agente 007 es huérfano, millonario y peculiar.
Lo que no muchos saben es la influencia que tuvo en la gestación de Indiana Jones: a Spielberg le fascinaba el espía británico y lo utilizó como base para crear al héroe arqueólogo. Unos años después, junto a Lucas se tomarían la libertad de hacer claros guiños a Bond, como cuando Indiana aparece vestido con traje blanco, moño negro y clavel en la solapa al estilo de Sean Connery.
Pero posiblemente también Bond haya sido influenciado por otro personaje famoso, como el caso de El Conde de Montecristo. Es así que se considera a James descendiente de su linaje: las novelas y películas de James Bond giran alrededor de un personaje que, como el conde, es infinitamente conocedor de todo lo que tiene calidad (de la misma forma para los villanos de Bond), y que utiliza su conocimiento para vencer a sus enemigos.
Pasó medio siglo en pantalla para James Bond, nacido como personaje ficticio de la Guerra Fría de la pluma de Ian Fleming, pero aún persiste como un mito de múltiples dimensiones, convertido en una de las grandes figuras seriales de la cultura de masas.
• Publicado por:
Doble V
(Redacción de Paella Creativa) @doble_ve