Lo que empezó como una joda entre compañeros de trabajo se convirtió en una cuenta de Instagram muy divertida. Skellie, parece una chica normal que solo busca piropos y likes en sus fotos pero la realidad es que es un esqueleto.
La administradora de esta cuenta es Dana Herlihey, social media manager que no pudo resistirse a crear un perfil propio para el esqueleto que se había utilizado inicialmente en Halloween para hacerse chistes con sus compañeros de trabajo.
Mirá a continuación algunas de las fotos de Skellie posando y modelando para la camara.