El chef de repostería italiano Matteo Stucchi es la prueba de que jugar un poquito con la comida no está mal. El joven de 23 años con sede en Monza, Italia, crea deliciosos postres y dulces azucarados y les agrega pequeños juguetes cómicos para transformar sus productos horneados caseros en creativas escenas en miniatura.
Claramente preocupado tanto por la estética como por los sabores de sus creaciones, el cocinero amante de la diversión señala: «En un postre, la decoración es tan importante como el sabor».